SALAS HISTÓRICAS TEMÁTICAS
PERSONAJES MEMORABLES
El Colegio Madrid desde su fundación, además de estar integrado por alumnos y maestros, también ha tenido la fortuna de contar con personas que ayudaron al buen desarrollo y funcionamiento del plantel desde el área administrativa: caja, contabilidad, compras, prefecturas, inspectores de camiones, conserjes o jardineros.
Ellos no impartieron clases, pero educaron a los alumnos, con su ejemplo de personas honestas, trabajadoras y cálidas. Algunos estuvieron hace mucho tiempo y sólo tenemos sus nombres pero de otros tenemos la historia que persiste a través de las generaciones por el recuerdo que de ellos tienen sus compañeros y alumnos que los trataron y quisieron.
Va para todos ellos el agradecimiento del Colegio por su excelente trabajo en la Institución.
CARMEN PAZ
1954 - 2017
Carmen nació en el Distrito Federal un 21 de octubre. Su padre Ángel Paz Martínez ingeniero químico y oficial militar, combatió en la Guerra Civil Española del lado republicano y tras la pérdida de la guerra llegó exiliado a México. Su amigo, compañero de armas y de destierro Luis Castillo Iglesias, abogado e historiador fue en el Colegio Madrid director de la secundaria (1953) y posteriormente de la preparatoria (1956) cuando se fundaron y director general entre 1971 y 1975.
Cuando el maestro Castillo es nombrado director general, llama a Carmen para que sea su secretaria y ayude en la contabilidad siendo la empleada más joven de la administración. En 1984 es nombrada Jefe de Mantenimiento y transporte.
Su incansable trabajo, su organización y don de mando fue crucial para el traslado del Colegio de Mixcoac a Tlalpan.
Después del sismo del 85 su trabajo y el de todo el personal de mantenimiento, fueron un apoyo invaluable para la reconstrucción del plantel, indispensable para la limpieza y acondicionamiento del colegio mientras reparaban los edificios así como la organización de apoyo a la población civil.
Carmen, enseñó con su ejemplo, responsabilidad, organización y afán de superación cómo ser una trabajadora infatigable.
Trabajaba codo con codo con todo su personal, ninguno le era ajeno, tanto sus problemas familiares como de salud. A todos los impulsó a superarse por medio del estudio, ya fuera concluyendo la primaria y secundaria o tomando clases de computación.
Siempre fue amable y cariñosa con todos y en especial con los niños que la iban a visitar a la salida para que les diera caramelos.
Estaba en todas partes, ningún evento ya fuera académico, cultural o comunitario se realizaba sin su ayuda, “todo lo podía” y “todo lo solucionaba”.
Por desgracia su salud no acompañó a su espíritu, que en sus últimos años fue precaria, aunque aun en esos tiempos como siempre era la primera en llegar y la última en irse del colegio.
Dejó una huella tan fuerte que todavía cada vez que hay un evento como: el Encuentro Pedagógico, la Feria del Libro, los festivales artísticos, la Ofrenda de Muertos, la Verbena y la Comida de Exalumnos entre otros, se le recuerda y le echamos mucho de menos.
Se jubiló en 2014 a los 60 años.