Centro de Memoria Histórica del Colegio Madrid

SALAS PEDAGÓGICAS

TALLERES

MIXCOAC

Querido Colegio , hablar del pasado y que te pidan que escribas sobre tus recuerdos es un gusto. Me imagino que si vierais lo que eran nuestros talleres, comparado con lo que tenéis hoy en día, os parecerían lo mismo que una máquina de escribir con respecto a una computadora, pero no os olvidéis que antes de las computadoras el hombre creó e inventó maravillas. Las actividades y los tipos de talleres eran diferentes según el sexo del alumno. A ninguna niña se le habría ocurrido decir: yo quiero tomar parte del taller de carpintería o electricidad, ni a algún chico el de cocina o labores. Yo creo incluso que algunos de nuestros maestros pensarían ni siquiera que esto formara parte de nuestros genes. Las niñas aprendíamos a coser, hacer ojales, dobladillos, zurcidos y a cocinar. Teníamos también clases de música y dibujo. La clase de música la impartía el profesor Marcial Rodriguez y la de dibujo una profesora que nunca olvidaremos “La Trueta”. En realidad se llamaba Pilar Santiago, Trueta era el apellido de su marido (un eminente médico). Salíamos al jardín a dibujar y lo pasábamos muy bien. Fue una mujer ultra avanzada, también nos daba Historia en primero de secundaria, nos daba la materia de una manera incomparable que acompañaba de espléndidos dibujos como el de la venus paleolítica que representaba en el pizarrón con el que nos reíamos mucho. En el taller de costura ya desde primero de primaria nos enseñaban a bordar y a hacer labores, algunas preciosas, en la que algunas veces intervenía la mano de mamá. Te dejaban tarea y a mi, mi abuela me ponía a bordar media hora todas las tardes. En la secundaria los talleres eran los sábados por la mañana y ¡oh maravilla!, eran en el colegio de los “chicos” y no tenias que usar uniforme, con lo cual el sábado no faltabas a los talleres ni aunque te mataran.Tuvimos otra maestra a la cual todas las niñas la adorábamos. Esta maestra fue Amparo La Torre que mientras hacíamos, dobladillos, vainicas, que iban destinadas a una canastilla para un bebé, nos hablaba de aspectos de higiene y sexualidad. En cocina desde luego aprendimos a hacer croquetas y pasteles, la clase nos la daba la maestra Rosario Ruipérez, a la que llamábamos cariñosamente Charito. Espero que mis recuerdos os sirvan para daros una idea del mundo los cincuentas en el Colegio Madrid y también os digo que en comparación con las niñas de las otras escuelas particulares que había en México en esos días, éramos bastante liberales.

TLALPAN

El traslado del Colegio a las instalaciones de Tlalpan y los nuevos tiempos hicieron que hubieran cambios importantes en los talleres. Por una parte la amplitud de la nueva escuela dio la posibilidad de ampliar y diversificar los talleres y por otro lado el cambio de pensamiento de lo que debía hacer un niño y una niña hizo que se compartieran los talleres. Así en el preescolar se desarrollaron talleres como: Artes Plásticas, Teatro,Música y Expresión Corporal. En primaria: Música y Artes plásticas. Secundaria: Artes Plásticas, Teatro, Fotografía, Cocina, Expresión Escrita, Cine, Danza, Música y Expresión Corporal. En el bachillerato los talleres son de Artes Plásticas, Teatro, Fotografía, Cine documental, Gastronomía, Bailes de Salón, Flamenco y Rock.
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