El 14 de abril de 1931 triunfó en las elecciones municipales de España un proyecto republicano que se definió como una “República democrática de trabajadores de toda clase”. El nuevo gobierno emprendió una serie de reformas con el objetivo de construir un Estado laico, reducir el poder del ejército y la iglesia, y que buscaba remontar una larga historia de desigualdad y de carencias, a partir de la dignificación de los campesinos y trabajadores españoles, largamente segregados y oprimidos, carentes de oportunidades reales de desarrollo.

El exilio español, más allá del drama humano y personal que conllevó, trajo a Latinoamérica y a México muchas de las ideas pedagógicas y filosóficas de la España republicana. Los maestros y pedagogos que le dieron cohesión al proyecto cultural y educativo de la República, tuvieron que exiliarse a este lado del mar y continuar con su labor docente en estas tierras.