Centro de Memoria Histórica del Colegio Madrid

MANUEL ÁLVAREZ-UGENA Y SÁNCHEZ-TEMBLEQUE

Nació en el pueblo de Madridejos, provincia de Toledo el 15 de mayo de 1892. Allí estudió la primaria. Para el bachillerato se trasladó a Toledo, ingresando posteriormente a la Escuela Superior de Ingenieros Agrónomos en Madrid. Inicia su carrera política acompañando a Manuel Azaña durante su candidatura a diputado. Fue Don Miguel de Unamuno quien los presentó.

Secretario General de Acción Republicana de la que fue uno de los fundadores, la que se convirtió en Izquierda Republicana. En los años 1931 y 1932 fue Gobernador Civil de Badajoz y de Zaragoza.

En 1933 director general de Montes, Caza y Pesca. En las elecciones de 1936 es elegido Diputado a Cortes por Toledo. El gabinete republicano le da la responsabilidad de la dirección general de Agricultura donde impulsa con gran fuerza la Reforma Agraria.

Durante la dictadura de Primo de Rivera es “invitado” a salir de España por no aceptar a un familiar del dictador en la Escuela de Ingenieros. Eso lo lleva a pasar un tiempo en Francia.

En los años de la guerra, acompaña el derrotero del gobierno de la República que pasa de Madrid a Valencia y de allí a Barcelona, para después salir a Francia. La familia ya estaba separada en el exilio. Su mujer en París con la familia Gaos y los hijos en diversas ciudades de Bélgica al recaudo de familias o en el Home Espagnol de Rixensart. Conseguidos los pasajes para México, la familia se vuelve a reunir y realizan este prolongado viaje. A poco de llegar al país, pierde a la hija mayor.

Su primer trabajo en México fue la venta de tomates en La Merced. Tomates que no eran suyos.

Siguió participando con el gobierno en el exilio, siendo diputado a Cortes. Esta diputación sesionaba en el recinto de Donceles, hoy Asamblea Legislativa.

Durante muchos años se dedicó a atender un taller de vestidos para niñas en sociedad con su hija Sacramento y su hijo Manuel. Tuvo ofertas de trabajo en Chapingo que prefirió no aceptar y decidió ocuparse en dar clases de Matemáticas en la preparatoria del Colegio Madrid.
Fallece el 10 de marzo de 1976 en México.

Si hay que describir a Don Manuel solo harían falta dos palabras:

Honradez y Congruencia.
Lucho por sus ideales dejando una vida cómoda en España.

Sus clases de matemáticas provocaron que muchos de sus alumnos siguieran estudios profesionales en esa materia. Las lecciones eran amenas y él las hacía memorables al pasar lista y confundir los nombres de los alumnos con los de sus parientes que habían sido sus amigos. Disfrutaba enormemente reconocer en los jóvenes alumnos, a los hijos o nietos de otros exiliados, compañeros de batallas.

Gran aficionado, a través de la televisión, al futbol, el box y los toros. Su equipo era el Necaxa.

De él se hizo famosa una frase que decía en clase cuando alguien solicitaba pasar al pizarrón y desconocía la respuesta: “ha perdido usted una bella oportunidad de quedarse callado…”

Se retiró de la docencia pocos meses antes de fallecer debido a la pérdida casi total de la vista. Eso lo disminuyó mucho y seguramente aceleró su partida.

Sus años de maestro en el Colegio Madrid fueron para él de mucha alegría. Perdida la guerra y perdida la Patria, el Colegio representó la vuelta a los ideales republicanos.