Centro de Memoria Histórica del Colegio Madrid

MARÍA RIERA ROCA

En la década de los años 60 del siglo XX, el quinto año de primaria era el más difícil de esa etapa escolar, de alguna forma se introducían nuevos elementos y conceptos en la instrucción; sin embargo, yo lo recuerdo como uno de los más placenteros y nada complicado gracias a que lo llevé con la maestra María Riera.

Era una mujer nacida en la provincia de Gerona, Cataluña, no muy alta y más bien llenita, suficientemente mayor para quedar en mi recuerdo como la entrañable y dulce figura de la abuela por excelencia. Derramaba simpatía y afabilidad que se equilibraban de una manera impresionante con un carácter fuerte.

Creo que este era su secreto para lograr mantener en perfecta disciplina y respeto, siempre prestándole atención, a un grupo de alrededor de 30 niñas entre los 10 y los 12 años.

Una de las cosas que más le agradezco aún a esta maestra, es la forma en que nos ayudó a valorar nuestras raíces españolas, al tiempo que nos trasmitió un enorme orgullo de haber nacido en este país maravilloso que es México. Lo que, por lo menos en mi caso, contribuyó en gran medida a facilitarme una integración real y sólida al nuevo mundo que habitaban mis padres. Y me permitió no sentirme nunca transterrada.

Aprendimos mucho ese año, el aprovechamiento del grupo y el consiguiente buen desempeño en el siguiente fueron bastante parejos en todas las alumnas, lo que a mi manera de ver, resume la valía y la vocación por la enseñanza de esta maestra. Aunadas al grato recuerdo que compartimos todas las generaciones que pasamos por su aula.